lunes, 28 de junio de 2010

Sobrevive en tu empresa

Guía para maniobrar con astucia sin salir perjudicado

Sobrevive en tu empresa

En las organizaciones, las luchas de poder son una constante. Saber cómo manejarlas, tanto si te ves involucrado en una de ellas como si se producen en los escalafones inferiores, resulta crucial para tu futuro y el de tu empresa. En este reportaje, no apto para todos los públicos, te describimos las buenas y las malas artes. Tú eliges dónde, cómo y cuándo usarlas.

Isabel García Méndez


La empresa está en crisis y tu puesto peligra; cambia de dueños y piensas que ésta es tu oportunidad para subir en el escalafón; tu jefe quiere que el hijo de su amigo se quede con tu puesto y entre los dos te están haciendo la cama… La lista de situaciones similares puede ser infinita. Tan extensa como posibilidades laborales hay en el mundo de la empresa. Y a lo largo de nuestra trayectoria no es difícil que tengamos que hacer frente a alguna experiencia parecida. Son las luchas de poder. Antes de embarcarte en una de ellas, te conviene tener algunas cosas claras:

¿Es de verdad tu lucha? Parece una obviedad, pero a menudo nos dejamos contagiar por las luchas ajenas. Diego Vicente, profesor de Liderazgo de IE Business School, nos propone que nos hagamos una pregunta: ¿lo que persigues es lo que realmente te interesa o lo que te mueve es la envidia? “A menudo confundimos nuestro objetivo personal con el objetivo personal del otro y nos vemos arrastrados por otros intereses que no son los estrictamente profesionales”.

Persigue sanamente tu objetivo. Revisa periódicamente tu estrategia para analizar si lo que estás haciendo lo haces porque te acerca a tu objetivo o simplemente para hacer más pequeño a tu rival. Si la respuesta al segundo caso es afirmativa, modifica tu plan de acción. En el momento en que dejas que afloren las emociones, vas a perder de vista la objetividad y la racionalidad. “Si lo que haces es jugar a la contra, tratando de ponerle zancadillas o magnificando sus errores, caerás en una estrategia insana y a la postre perjudicial, porque estarás más pendiente de los asuntos ajenos que de los propios”, confirma Luis Cuenca, profesor de Dirección de Recursos Humanos de EAE.

¿Es el tipo de poder que quieres conseguir? Analiza qué tipo de situaciones se están dando en la empresa. Si es una compañía en la que prima la manipulación, los rumores, la maledicencia, deberás valorar si te interesa participar de este juego. Ten en cuenta que si logras tu objetivo con malas artes, siempre vas a tener el miedo de que otros te hagan lo mismo.

Si te decides, lucha sin miedo. Detrás de una lucha de poder siempre subyace el miedo: a perder una posición, un estatus, la autoestima. Y el miedo por definición es un asesor peligroso. Tanto porque te impulsa a cometer actos desesperados como porque te puede hacer perder la lucha. Como insiste Joep Schrijvers en La estrategia de la rata: “Quien tenga miedo de las consecuencias se pone en desventaja. Si tienes miedo a perder ya has perdido”.

Y una vez analizados los cuatro puntos, plantéate qué vas a hacer y cómo lo vas a hacer. Como no somos unos santos, hemos decidido que en esto de las luchas de poder hay estrategias para todos los gustos. Unas serían las que llamaríamos juego limpio y las otras, no tanto. Te las hemos agrupado en dos apartados. Tú decides cómo conseguir tu objetivo.

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