miércoles, 7 de abril de 2010

Motivacion: El deseo de fracasar

¿Ves las posibilidades de una idea, proyecto u objetivo? ¿Estas experimentando barreras que detienen su desarrollo? Con cada idea, existen barreras, cientos de ellas, si no más.

Si visualizas algo que es diferente de todo el resto, existen 2 razones, tienes una idea que pocos han considerado o que no es práctica. Como diferencias buenas ideas de las malas, ¿investigando y escuchando las razones de la gente porque no funcionara? Como regla, nadie apoyara una idea original hasta que haya suficiente evidencia que es práctica. Incluso cuando pruebas que es práctica, puede ser rechazada. 50 años tras la invención del bombillo, aun existía gente que lo rechazaba. Tú tienes que hacer todo el trabajo para juntar evidencia. Si encuentras evidencia, habilidades y recursos deben ser adquiridos mientras todos te dicen que la idea es tonta. Esta es una barrera muy difícil de superar. Tu vez la posibilidades y potencial de un proyecto mientras que todo el resto ve el riego y la barreras. También se debe tomar en cuenta los pros y los contras para el éxito. Se deben evaluar las opiniones negativas para mantenerse en el camino correcto. El concepto original de bombillo era una idea tonta.

Opiniones negativas pueden llevarte a rendirte. Por esta razón, se hace necesario limitar la exposición del proyecto a gente que pueda ayudar, incluso si no aprueban la idea. Incluso un grupo selecto, no verá el potencial hasta que tengas éxito. Cuando lo logres, otros no verán la barreras, ellas se han ido, querrán saber ¿como lo hiciste?

¿Qué pasa si la idea se vuelve un total fracaso? Bueno, aprendiste bastante y la próxima vez puede que le aciertes y tengas éxito. Nadie ha logrado algo sin fracaso.

EL fracaso es una herramienta de aprendizaje. Nuestra primera reacción al fracaso es culpar a cualquiera menos a uno mismo. Si percibimos que se debe culpar a otros, entonces no existe nada que podamos hacer para corregir el problema. No podemos cambiar las personalidades de la gente, ni tampoco podemos cambiar la nuestra. Si asumimos responsabilidad, entonces podemos analizar que salió mal y tomar acciones correctivas. Este es el arte de renacer del fracaso.

El fracaso desalienta, drena energía y recursos, pero nos fuerza a hacer las cosas bien. El fracaso separa a aquellos que piensan que quieren éxito de los que están determinados a ganar. El fracaso achica el campo de juego. Las primeras personas que se van son aquellas que culpan a otros, seguidas por las que pierden interés. Los débiles se van primero. Los fuertes aprenden a seguir constante, fracasando hasta ganar.

Grupo 2 P.O. S4

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