domingo, 31 de octubre de 2010

Distintas tecnicas de capacitacion

Aca tenemos un articulo de Verónica Corba, miembra de una importante consultora, en donde nos habla de distintas tecnicas de capacitacion que pueden realizar los jefes.

Todos sabemos que la mejor manera de aprender es teniendo experiencias propias. Sin embargo, ser un buen observador, un ávido lector o un sujeto curioso también nos transforma en “buenos alumnos de la vida”. En mi experiencia los mejores líderes que he conocido siempre han sido personas íntegras en el ámbito privado, que se han ocupado personalmente de su aprendizaje como humanos y no han dejado escapar oportunidad de mejorarse a sí mismos y evolucionar, aun en las adversidades; que son las ocasiones que realmente pueden dejarnos un pequeño o gran legado: la experiencia.

En numerosas ocasiones nos vemos en el rol de docentes, como padres, amigos, y también jefes. En diversos artículos (algunos de mi autoría, otros no) se ha tratado el tema de la importancia de educar como líderes, pero en éste repasaremos las diferentes maneras de conseguir lo mismo. Y vale la pena, porque no todos nuestros conducidos tienen las características que mencionamos anteriormente, y a menudo alguien viene a despertarlas.

Estimular la curiosidad y la investigación en nuestra gente: Algunos jefes temen que su grupo obtenga mucha información porque ésta es un factor de poder. Sin embargo, debemos potenciar a la gente que forma parte de nuestro equipo por el beneficio de todos. Preguntemos una y otra vez. Por ejemplo, “por qué” son dos palabras maravillosas, utilizadas por creativos, publicistas y profesionales en marketing todo el tiempo. Si trabajamos sobre un concepto aparentemente firme, en una reunión de trabajo, preguntemos dos, tres... cinco veces “por qué es así”, y desnudaremos conclusiones maravillosas, generalmente aclaratorias, ya que echan luz sobre el origen de algunos temas y nos ayuda a resolverlo desde la fuente. Pero también estimula la curiosidad de nuestra gente de manera asombrosa.

El juego: la versión lúdica del aprendizaje se remonta a nuestros inicios como humanos. Aprendemos a vivir jugando. Incluso los cachorros de muchos mamíferos “juegan” a cazar o atacar, pues se están preparando para su vida de adultos. La participación en juegos o experiencias imaginarias se vive como real por los participantes, generando el mismo interés en el asunto y les ayuda a descubrirse a sí mismos cuando asumen roles en los que antes no habían estado.

He tenido experiencias sorprendentes en este sentido (pedirle a un tímido que sea en determinado juego “agresivo” por diez minutos llevó a despertar en él la idea de que podría sentirse a gusto actuando como un sujeto mas seguro de sí mismo. ¡Fue magnífico!). Pero por otra parte, sabiendo que la experiencia no es real y al no temer por sus consecuencias, la ansiedad disminuye y despliegan mejor sus capacidades. En las reuniones de capacitación donde se aplica esta técnica no sólo se capta toda la atención de los integrantes sino que también suelen salir de éstas motivados a llevarlo rápidamente a la práctica cotidiana. Una versión conocida es el role playing.

El humor: Lamentablemente no todos hacemos buenas bromas e incluso podemos estropear la atención de los que nos escuchan al decir una expresión graciosa que no haga reír a nadie. Por eso, en caso de duda, mejor abstenerse.

Pero si llegamos a un buen feedback con la gente y conseguimos detectar qué los divierte, es mejor utilizarlo. Hacer reír a la gente no sólo la relaja y predispone mejor, sino que además genera endorfinas que, entre otras cosas, consiguen una atención más plena y una mayor apertura. Además las endorfinas (¡generadas por nuestro propio organismo!) generan adicción. Por eso las personas que divierten a otras se convierten en atractivas. Difícilmente alguien olvide un concepto que ha aprendido mientras reía durante su explicación o práctica.

Los ejemplos: Ejemplificar cada concepto con experiencias claramente comprensibles para todos hace de la escucha en situación de entrenamiento una verdadera experiencia provechosa. Y cuando el ejemplo es una anécdota real, tiene más fuerza todavía. No obstante, cualquiera sea el caso, conseguiremos que las personas recuerden el concepto al que nos referimos a partir de la pequeña historia comentada.

... Y las historias!!! Quién no ha aprendido de buenos cuentos y relatos. Cautivan a pequeños y a grandes (el cine, las novelas escritas, las biografías). Colocarse en la piel de los personajes, sentir, vivir la historia, es aprender. Si lo que busco es obtener la mayor atención de mi auditorio –numeroso o reducido–, éste es un recurso infalible. Pero sobre todo, enseña.

Acompañar personalmente a la gente: estar cerca, observar, escuchar. Aproximarse y en voz baja aclarar una tarea bien realizada o corregir un error mientras sucede o inmediatamente después. No siempre estos son detectados por auditorías o en evaluaciones periódicas, ya que pueden verse y corregirse antes. La tarea docente de un buen jefe es permanente.

¿Por qué simplemente explicar? Hay otras técnicas además de éstas, pero la intención de esta nota es mostrar unas pocas que pueden hacer de la enseñanza-aprendizaje una experiencia verdaderamente rica y, sobre todo, una práctica eficaz.

Grupo 12
Seccion 7
Gestion y personas (Santiago)

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